martes, 13 de septiembre de 2011

trasquilón

El domingo, Unai tuvo que cambiar algo su aspecto. Ahora tiene el flequillo más corto. ¡La culpa la tiene un coche!

Un coche de juguete rodaba alegre y tranquilamente por el suelo. Unai lo cogió se lo llevó a la cabeza y las ruedas se liaron con su lindo rubio pelo. ¿Consecuencias? La única manera de separar el coche del pelo fue cortando un mechón entre los lloros del niñito.

Poco a poco, Unai empieza a acumular trastadas.

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